viernes, julio 01, 2005

INSEGURA SEGURIDAD


Fernando Blanco, era un joven de 17 años, hincha de Defensores, que había ido a la cancha a ver a su equipo contra Chacarita. En ese partido se produjeron incidentes, la policía detuvo a algunos hinchas, entre ellos Fernando Blanco que murió cuando era trasladado. La policía afirmó que fue porque se cayó del móvil, pero hay testigos que aseguran lo contrario...

La muerte de Blanco, horas después de ser detenido, es un paradigma de la violencia policial que se vive en estos tiempos. El se llevó la peor parte, pero como a él a muchos otros hinchas sufrieron el abuso policial. El presidente de Defensores de Belgrano, Jorge Achille, afirmó que hubo "una golpiza indiscriminada" y que "el 95% de la gente de Defensores que estaba en la cancha está herida, lastimada y golpeada". Además agregó que "los meten en la unidad de traslado y los golpean salvajemente".
Como siempre, la policía se lava las manos, dicen que su muerte fue a causa de un golpe en la cabeza contra el asfalto tras una caída que sufrió de la unidad de traslado al intentar escaparse. Sin embargo, los familiares afirman que tenía golpes en todo el cuerpo, algo que la policía no supo explicar. Por este incidente Aníbal Fernández, el Ministro del Interior, decidió la separación de dos efectivos que intervinieron en el traslado.
Este es otro caso más del abuso de la autoridad por parte de la policía. Para que vean y entiendan lo mal que actuán les voy a contar algo que sucedió con un amigo ("que es más bueno que el pan") hace poco más de dos meses.

HISTORIA DE OTRO ABUSO

Mi amigo (de quién no diré el nombre), no acostumbra a salir, pués generalmente los fines de semana trabaja siempre y además estudia, por lo que siempre está cansado y sale poco. Pero ese día fue a bailar y cuando salió del local bailable, se paro para esperar a sus amigos cerca de un patrullero, a 1 metro aproximadamente. Estos, pensando que él quería a hacerles algo, al estar cerca, le pegaron con la macana en la boca. Mi amigo todo ensangrentado no entendía nada. Entonces llamó desde su celular al 911 (número de seguridad), para ver que podía hacer en este caso. Desde allí le respondieron que podía hacer la denuncia, informando el número del móvil policial y en que lugar se encontraba y ellos comunicarían la denuncia a la comisaría más cercana. Entonces el hizo lo que le recomendaron. Pero, resulta que cuando avisaron a la comisaría 5ta de Pacheco, estos en vez de actuar "AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD" decidieron contarles al patrullero que habían recibido una denuncia contra ellos, que se fijen a quién le habían pegado y que lo busquen para "callarlo".
Entonces, sin motivo alguno y abusando indiscriminadamente de su autoridad, lo subieron al patrullero, lo llevaron a la comisaría, lo encerraron en un cuarto y allí lo empezaron a golpear en todo el cuerpo, gritándole todo tipo de barbaridades. Luego, lo soltaron y lo dejaron tirado en la calle.
Mi amigo pasó dos día en el hospital, con hematomas en todo el cuerpo y lesiones graves. El susto fue grande pero la indignación y la impotencia, fue aún mayor. Como es habitual, todo quedó en la nada, nadie fue detenido por esto, y esos policías siguen en la calle, seguramente azontando a cualquiera que se les cruce por el camino.
¿Se puede confiar en alguien que en lugar de protegernos y de atrapar a quienes delinquen, atacan a los inocentes e indefensos?.
Hoy por hoy, mi amigo repite a diario, que le tiene más miedo a la policía que a los chorros, razones no le faltan...

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que aunque duela hay quer reconocer que la calle esta demaciado peligrosa y parece que como dice tu informe esta siendo peor el remedio que la enfermedad. Soy testigo de lo que le paso a tu amigo, yo vi como quedo y he visto otros abusos de autoridad como ese. Creo que ya es hora que aloguien tome cartas en el asunto y creo que publicando informes como este, estas aportando bastante a una sociedad mas conciente.