miércoles, julio 06, 2005

LA OMA

Oma significa abuela en alemán, en nuestra Argentina sobre todo en la mesopotamia o en la región chaqueña, a todas las abuelas de procedencia o descendencia alemana, polaca, suiza, húngara o ucraniana, se las llama así. Pero, una mujer, quedó inmortalizada como “La Oma” gracias una afamada canción del folklore popular argentino. Lean a continuación la historia de Marta Hoffner de Rabe, La Oma más conocida de todas…

LA HISTORIA


Marta Hoffner, era brasileña, nació el 12 de octubre de 1907 y era la quinta hija de un matrimonio de alemanes, vivía en Santa Catalina un estado del sur de Brasil, fundado por alemanes y suizos. En ese lugar conoció a Armando Rabe, que había llegado desde Alemania a ese sitio junto a su familia, escapando de la guerra, en busca de paz y prosperidad. Pero para los Rabe la vida en Brasil fue difícil , por eso decidieron encaminarse al oeste, pasaron por Uruguayana, cruzaron el río Uruguay, anduvieron por Corrientes y continuaron con su trayecto, hasta que finalmente llegaron a Charata (San Bernardo) en la Provincia de Chaco, allí se establecieron y consiguieron buenos trabajos.
A pesar de todo lo bien que le iba, Armando Rabe, había dejado su amor, Marta Hoffner en Brasil. Ya habían pasado dos años desde la despedida y después de tanto tiempo volvieron a encontrarse, pues Marta, decidió emprender viaje hacía la tierra donde se encontraba Armando. Allí, en San Bernardo, se casaron y tuvieron tres hijos: Ana, Martín y Gerda.


LA OMA TRABAJADORA

Marta Hoffner de Rabe (La Oma) era muy trabajadora. Se dedicaba al cultivo de algodón y además realizaba todas las tareas del campo: sembró de todo, crío vacas, gallinas, aves de corral y chivos. En ese tiempo había muchas plagas, especialmente de langostas que devoraban todos los cultivos. Por eso para espantarlas hacían ruidos con latas y bolsas, porque no había venenos. Ella para transportarse usaba una volanta tirada por burros.
En la década del cincuenta, Armando decidió separarse de la “La Oma” y viajó a Buenos Aires junto a su hijo Martín. Las otras dos hijas, Ana y Gerda, se fueron del monte chaqueño. Ana tuvo como destino los Estados Unidos, mientras que Gerda consiguió trabajo como secretaria del doctor Esteban Alejandro Mauro (quien venía desde Mendoza a trabajar en Chaco). Gerda veía seguido a su madre Marta, pero igualmente “La Oma” pasaba gran parte de la semana sola en compañía de su entrañable amigo: el lorito “Pepe”.

Y UN DÍA SE HIZO HISTORIA…Y CANCIÓN

La década del setenta fue muy importante para el folklore nacional. Los artistas de este género viajaban por todo el país dando a conocer su música. Por eso en 1975, el mendocino Daniel Altamirano llegó a San Bernardo junto a su grupo “Los Altamirano” compuesto por él y por sus dos hermanos Julio y Mario. En Chaco fueron a visitar a su coprovinciano el doctor Esteban Mauro. En uno de sus viajes, el doctor Mauro, le pidió a “La Oma” que prepare un chivito para agasajar al grupo. Así el 25 de mayo de 1975, el doctor Mauro y “Los Altamirano” recorrieron cinco kilómetros, pasando por picadas bordeadas de árboles hasta que llegaronn al rancho de barro, apuntalado con quebracho colorado donde vivía “La Oma”.
Al regresar, Daniel Altamirano se sintió inspirado por la forma de vida de Marta y decidió componer un bello poema. Más tarde el compositor Pedro Favini (tucumano) integrante del Trío San Javier le añadió música con ritmo de chamamé y en el año 1977, el grupo “Los 4 de Córdoba” (integrado por Víctor Godoy, Héctor Pacheco, Eduardo Márquez y Américo Albornoz) estrenaron el tema, logrando un éxito rotundo y convirtiendo esta canción en una de las más populares del repertorio folklórico argentino.

AHÍ NO TERMINA LA HISTORIA

El año 1994, fue muy particular para Marta Hoffner de Rabe (La Oma). Ese año, el Congreso de la Nación la reconoció como “mujer sobresaliente del año”.
Pero como todos la Oma era mortal y el 19 de noviembre de 1994, a las 6:15 horas, con 87 años de edad, su vida finalizó. Sus restos descansan en el cemenerio de San Bernardo.
Sin duda alguna, la sencillez, el esfuerzo y la voluntad de esta mujer, la dejaron grabada en la historia e inmortalizada en una canción. Como ella, existieron, existen y existirán muchas mujeres que dedican su vida al campo y que viven en ranchos humildes y muy acogedores.

ESTA ES LA FAMOSA CANCIÓN LLAMADA “LA OMA”

La Oma es una mujer, de setenta y pico de años,
vive en el monte chaqueño, cerquita de San Bernardo
tiene los ojos azules, como el agua de los mares,
porque vino de muy lejos y el cielo quedó en su sangre…

Hay que entrar por las picadas, para llegar a su rancho
de barro y apuntalao (apuntalado) con quebracho colorado,
lleno de árboles el patio y herramientas de trabajo,
una volanta un arao (arado) y el paisaje de su Chaco.

La Oma es feliz con poco
digamos que es mejor con nada
la Oma era rubia y se ve
que era una linda alemana

Que sola que está la Oma, pero ella no piensa en nada,
como pensar en la muerte, si la Oma es toda un hada,
en su ranchito de barro, calienta a leña su pava,
conversa con un lorito, es con el único que habla…

Hay que entrar por las picadas, para llegar a su rancho
de barro y apuntalao con quebracho colorado,
lleno de árboles el patio y herramientas de trabajo,
una volanta un arao y el paisaje de su Chaco.

La Oma es feliz con poco
digamos que es mejor con nada
la Oma era rubia y se ve
que era una linda alemana

YO TAMBIÉN CONOCÍ VARIAS OMAS…
…Pero brevemente les voy a contar quién es Ceferina Ruiz Díaz, una señora que cada vez que escucho la canción “La Oma” inmediatamente pienso en ella.


Ella es Ceferina
En 25 de Mayo un paraje que queda en Misiones, cerquita de Brasil, existen muchas “Omas” que viven en medio de la selva misionera, en casitas humildes de madera. Ceferina Ruiz Díaz es una de ellas. Nunca quiso decir su edad pero se nota que es una mujer que tiene muchos años y mucha experiencia. Admite que en estos últimos tiempos la memoria no le anda muy bien, pero realmente tiene una voluntad y una fuerza increíble, camina entre las picadas, limpia, cocina, cría pollitos, corta los pastizales y cosecha. Con todas las actividades que hace a diario parece una chica de 20 años. Maneja el machete con una ductilidad asombrosa y prepara unas tortas fritas (o “Chipá” como le dicen allá) que acompañadas de mate amargo con agua calentada a leña dejan un sabor inolvidable en el paladar. Vive sola, sus vecinos la visitan seguido y también la ayudan, por eso cuando recibe visitas, conversa todo el día y cocina lo mejor que tiene. Su ranchito de madera, tiene dos ambientes, el comedor y el dormitorio. Afuera, debajo de un techito, está la leña donde cocina y atrás una letrina que tiene hace dos años (antes no tenía baño) que le construyeron los jóvenes del lugar. Varias veces por semana, camina más de cuatro kilómetros para retirar una bolsa de comida que le dan en el pueblo y compra (si tiene algo de dinero) el resto de lo que le hace falta.
Así como Marta Hoffner de Rabe, Ceferina Ruiz Díaz es una “Oma”, a quién tengo el agrado de conocer y que es un ejemplo como persona. Con su estilo de vida me enseñó mucho. Por eso aquí les conté quién es ella, para que también puedan aprender algo de lo que aprendí de ella…

Con respecto a Ceferina,hice un gran descubrimiento: en el Diario El Territorio de Misiones, le hicieron una nota, es de diciembre del 2002 (pensé que era el primero en contar su historia, pero por suerte, ya alguien se había ocupado de ella), allí dice su edad, habla sobre su vida y además comenta que ese año le construyeron la casa. En esta nota también mencionan a Martín Vargas, conocido como "pichoto", que es una de las personas más solidarias que conozco.
Así se titula la IMPERDIBLE nota: "A sus 78 años recibirá, no sólo una casa, también un hogar". Para leerla hagan click en el título.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno pablito...la verdad q me emociono mucho recordar a ceferina (o bengardina como le dijo luciano)
para los q no la conocen es una mujer realmente admirable y pienso q todos deberiamos tener algo de "ceferina" en nuestro corazon...

el gringo dijo...

soy el gringo.,y muchas gracias por estas historias. siempre me intrigo la cancion sobre la oma y les juro q cada vez q la escucho me emociona es muy bella., gracias otra vez mas y viva las omas.

A dijo...

Lo triste de la historia es que el marido la haya dejado a la "Oma"--- ¿Que pudo suceder? El hijo también se fué...