sábado, mayo 28, 2005

MITOS Y LEYENDAS: “LA TELESITA”


Conozca uno de los mitos más populares del Chaco y de Santiago. Él de la joven Telésfora Castillo, que murió calcinada en los montes de Figueroa, pero que aún sigue apareciéndose en esos lugares, igual no se asuste porque es generosa y hasta puede concederle un deseo a cambio de que usted baile en su honor...

Entre los tantos mitos y leyendas del campo, la de “La Telesita” es una de las más difundidas, especialmente entre las personas que viven y trabajan en los montes de Santiago del Estero y Chaco.
Cuenta la historia que Telésfora Castillo vivía en los montes del departamento de Figueroa, en Santiago del Estero, era muy pobre. Por eso “la Telesita” siempre andaba descalza y en harapos.
LA HISTORIA
Un día de invierno, cuando el frío era estremecedor, vio a lo lejos, en lo profundo del monte el resplandor de una fogata. Ella era muy inocente, por lo que se acercó al fuego para calentar su cuerpo, pero no midió las consecuencias. Se posó sobre un grueso tronco seco que estaba caído. Algunos árboles estaban quemándose y de repente una llamarada proveniente de un arbusto encendió su precario vestido. Pronto el fuego se apoderó de su cuerpo y se echó a correr, hasta que el fuego la consumió. La gente del pueblo se extraño porque esta muchacha amante del baile no concurrió esa noche a uno que se hacía. Al otro día la encontraron quemada y todos la lloraron.
EL MITO Y EL RITO
Esa es la historia, pero también existe un mito y una tradición entorno a esto. Dicen, que su alma, suele aparecer furtivamente cerca de las rancherías de los peones que trabajan en los montes, lo que busca es compañía y dicen que esta mujer joven y bella tiene una inmensa bondad, pero a su vez es presa de un inmenso dolor y tiene la mirada perdida.
Como es un “alma bondadosa”, muchos creen en sus milagros, por lo que realizan “las telesiadas” para obtener sus favores. Estas “telesiadas” son bailes que se hacen en su honor en los que abunda el vino y la aloja y se baila hasta el amanecer (dicen que ella era adepta a los bailes).
LAS TELESIADAS
Las “Telesiadas” además son todo un rito, primero se le debe hacer una petición a la Telesita. Para obtener respuestas, el promesante debe beber siete copas de alguna bebida alcohólica por ella, luego tiene que bailar siete chacareras en su memoria, mientras sigue tomando, hasta que se consumen las siete velas encendidas en un altar previamente preparado dentro de un rancho. Recién una vez consumidas las siete velas, comienza la algarabía general, llena de alcohol, empanadas, asado y al ritmo de guitarras, bombos, bandoneones y violines que tocan gatos, escondidos, malambos, zambas y chacareras, acompañados por el estruendo y la humareda de los cohetes.

TELESITA INSPIRADORA…

Muchos autores folklóricos le han dedicado canciones a este mito popular. La más conocida se llama “La Telesita”, y aunque muchos han hecho su versión del tema, la más conocida pertenece a “Los Fronterizos” y esta es la letra:

Telesita la manga mota, tus ropitas están rotas,
por la costa del Salado, tus pasos van extraviados,
no preguntes por tu amor porque nunca lo hallarás,
un consuelo a tu dolor en el baile sentirás.
Por esos campos de Dios, te lleva tu corazón,
sin saber que tu danzar, es tan sólo una ilusión
Telesita la manga mota, tus ropitas están rotas,
Telesita la manga mota, tus ropitas están rotas.
Reza baile del querer, con su música llamó,
pies desnudos bajo el sol, la Telesita llegó,
y así te verán bailando, loca en cada amanecer,
como metida la danza muy adentro de tu ser.
Ay, Telésfora Castillo, tus ojos no tienen brillo,
lo han perdido tras el monte o buscando el horizonte,
con un bombo soñador, un violín sentimental
y un cieguito al encordao, el baile va a comenzar.
Tu esperanza se perdió, dele bailar y bailar,
lleva tu pecho un dolor pero no sabes llorar,
Telesita la manga mota, tus ropitas están rotas,
Telesita la manga mota, tus ropitas están rotas.
Pobre niña que un fogón tu cuerpito calcinó,
y en la noche de los tiempos todo el pueblo te lloró,
y así te verán bailando, loca en cada amanecer,
como metida la danza muy adentro de tu ser.
Autor: Agustín Carabajal

ACLARACIONES:

EL CIEGUITO: es parte del mito, dicen que ha quedado ciego de tanto llorar por la "Telesita", también agregan que tocaba el violín.
SALADO: Río Salado que cruza Santiago del Estero.
MANGA MOTA: torbellino o ciclón de chispas.
ENCORDAO (ENCORDADO): repicado.
NOTA: esta canción es la que me inspiró a realizar la investigación de “La Telesita”

Pablo Piris

miércoles, mayo 25, 2005

VIRREYES DE FIESTA Y A PLENO FOLKLORE


En la localidad de Virreyes, partido de San Fernando, el día de La Patria se festejó a puro folklore y con la presencia estelar de Soledad Pastorutti, además este evento coincidió con la inauguración del CEDEC Nº 1 (Centro Deportivo y Cultural) de San Fernando y continuó con los festejos del bicentenario de este partido de la zona norte del Gran Buenos Aires.
Cerca de seis mil personas, se acercaron hasta el nuevo y moderno CEDEC Nº 1 (Intendente Arnoldi y Pasteur) que fue inaugurado este 25 de mayo, donde se celebró el día de la patria en el bicentenario de San Fernando. Para celebrar, a partir de las 15:30, se abrieron las puertas al público que esperaba ingresar desde temprano, la fila era inmensa y vino gente de distintos lugares para disfrutar de este espectáculo libre y gratuito.
En primer lugar tocó el reconocido “Omar Roldán”, que junto a su grupo, hicieron bailar a toda la gente con sus gatos y chacareras tradicionales.
Más tarde se presentó la agrupación folklórica “El Tierral”,que por medio de Gabriel Redín (bandoneón), Ricardo Castelbajac (percusión) y Sergio “pelo” Suárez (guitarra y voz) deleitaron a todos los sanfernandinos con su repertorio de chacareras, huaynos, zambas, carnavalitos y sayas.
Luego fue el turno de un grupo de danza proveniente de Santiago del Estero, conformado por cuatro hombres y dos mujeres. A puro zapateo y con un show de baile, percusión y boleadoras se llevaron todos los aplausos y elogios del público.
La tarde continuó con el grupo “Cuatro Elementos” de San Fernando, que presentó la canción del bicentenario, una novedosa mezcla de rock con chacarera.
Cerca de las 19:00, llegó el momento más ansiado: el show de “La Sole”, quién venía de dar un recital en una escuelita rural en Córdoba. El predio, estalló y todos cantaron, saltaron y se emocionaron al compás de canciones como: “Entre a mi pago y sin golpear”, “Que nadie sepa mi sufrir”, “A Don Ata”, “Puerto Tirol”, “Tambores del sur”, “Chacarera del triste”, “El bahiano”, “A dónde vayas”, “Tren del Cielo” y muchos éxitos más. La ovación para la cantante de Arequito se hizo escuchar al unísono cuando el recital finalizó.
Un día distinto, vivieron los vecinos de San Fernando, que hacía mucho tiempo no se juntaban para festejar y divertirse. Niños, jóvenes, adultos y ancianos cantaron y bailaron todos juntos con nuestra música nativa, fue algo realmente muy emotivo.

Pablo Piris

martes, mayo 24, 2005

NUESTRO GRAN AMIGO MATE


Algo que nunca falta en una reunión de familia o de amigos o de lo que sea, merece una nota, un homenaje. Porque a pesar de no ser un ser viviente, el mate ha hecho un gran aporte a nuestras vidas y siempre está presente en nuestras charlas, si el mate hablara... Por eso este informe va dedicado a todos los “materos” y en definitiva a todos los argentinos.
Los indios güaraníes fueron quienes descubrieron la yerba mate, mucho antes de la conquista de América. Ellos tomaban el mate como nosotros, pero lo hacían con agua fría y mezclaban la yerba con otras hierbas aromáticas, vale aclarar que en la actualidad en Paraguay, en el Sur de Brasil y en el noreste de Argentina, esto se sigue tomando y se lo denomina “tereré”, aunque en algunas zonas en vez de hacerlo con agua fría se puede preparar con jugos frutales.
Los españoles en su conquista lo probaron y quedaron encantados por su sabor, así se fue extendiendo por todo el territorio. Hoy es tradicional en Argentina, en Paraguay y en Uruguay beber mate, tanto en el campo como en la ciudad.
Lo que muchos no saben es que el mate funciona como estimulante del sistema nervioso. Además, ayuda a la digestión, a la actividad cerebral, muscular y pulmonar. También es capaz de intervenir aumentando los latidos cardíacos, disminuyendo de esta forma la presión arterial. Produce una sensación de bienestar, vigor, lucidez intelectual y optimiza la absorción nutricional del organismo regulando en general todas sus funciones de asimilación, gracias a las propiedades del “alcaloide mateína”. Cabe destacar que la creencia de que el mate produce acidez es falsa, y con el mate podemos cubrir las necesidades mínimas que necesita el organismo de Vitamina C.
Alguien dijo alguna vez que “el mate pasa de boca en boca y de corazón a corazón”. Frase muy cierta que sintetiza la importancia de esta bebida en nuestra vida. Por eso es importante preparar un buen mate porque “cebar mate es un arte”.
Aquí van algunas sugerencias para cebar un buen mate:
Primero debemos colocar la yerba en el recipiente llamado “mate o porongo”, haciendo que cubra ¾ del mismo. Luego, tapamos la boca, lo damos vuelta y lo sacudimos un poco, para sacar el polvillo. Después, inclinamos un poco el mate, de modo que de un lado quede más yerba que del otro. Del lado que hay menos yerba, humedecemos con agua hasta que se hinche la yerba de abajo, sin que se moje la yerba que queda en la superficie. Allí debemos “ensillar”: es decir clavamos la bombilla hasta el fondo, siempre del lado que hay menos yerba. Entonces ya podemos empezar a cebar el mate, echando el agua caliente en el hueco que forma la bombilla, para que la yerba se humedezca de abajo para arriba. Algo importante para evitar que se “lave”, es no mover la bombilla en toda la ronda.
Otro proceso importante, es la “curación del mate”, que se hace para sacar y evitar el mal olor que pueda tener el mate o porongo y para prepararlo para su futuro uso. Esta la forma más común de “curar el mate”: lo lavamos una y otra vez con agua caliente, acto seguido lo llenamos con yerba usada y lo dejamos descansar un día, para repetir el proceso: retiramos la yerba, pero sin enjuagar, colocamos nuevamente la yerba usada. Lo dejamos reposar un día más, de esta manera el mate queda curado.
Además de todos estos procesos lo más importante es que el mate sea preparado con amor, que es lo principal, para seguir disfrutando de la bebida tan rica, que siempre está en los momentos de intimidad, que es un signo de compartir y que por todo lo que significa tiene un valor incalculable en nuestra vida.

Pablo Piris

domingo, mayo 22, 2005

LOS MBYÁ GÜARANÍES: UN PUEBLO CON HISTORIA


Hace más de mil años que desde el corazón de la selva del Amazonas, un grupo de aborígenes llegaron a lo que hoy es Misiones y se instalaron, en la Selva Misionera. Con el correr de los años y con la llegada del “hombre blanco”, su idioma y sus costumbres se han ido modificando, pero sin embargo son unos de los pueblos indígenas que más respetan sus antiguas tradiciones. Hoy sobreviven en medio del hambre, la pobreza y la injusticia. Fueron durante años, los dueños absolutos de la selva misionera, y son quienes mejor la conocen, sin embargo hoy por hoy el desalojo de ella es una amenaza permanente.
Desde el Amazonas, hace varios siglos, los güaraníes se empezaron a expandir por distintas sendas en busca de “La Tierra Sin Mal”: un sitio en donde no había ni enfermedad ni muerte. Así se expandieron por distintos territorios. Algunos fueron al sur de Brasil, otros al Paraguay y otros a Misiones. Justamente allí se ubicaron 500.000 Mbyá Güaraníes, aunque se separaban en aldeas independientes de 300 a 500 personas.
Vivían de la caza y la pesca. Más tarde aprendieron a trabajar en cerámica y también a sembrar en medio de la selva, un lugar donde la tierra no es nada fértil. Sin embargo ellos se las ingeniaron, y encontraron la manera de cultivar por medio de la “Agricultura de Roza”: eligen un terreno pequeño, cortan los árboles y queman los matorrales más bajos, luego, cuando el fuego se apaga, con un palo hacen agujeros entre las cenizas que tapan el piso y después siembran. Esto funciona ya que la ceniza es un buen fertilizante, pero esa fertilidad dura poco. Por eso en sus chacras cultivan: maíz, mandiocas, batatas, zapallos, porotos, maníes, ananás, papayas, yerba mate, tabaco, algodón, bananas y otros frutos. También luego de la llegada de los españoles aprendieron a cultivar cañas de azúcar, sandías, cebollas y ajos.
En cuanto a su organización, antes vivían en aldeas, que tenían sus caciques o “Tuvichá”, no daban órdenes pero hacían de jueces y daban consejos. A su vez en cada aldea se alojaban en “malokas”, casas hechas de postes, hojas de palmera y paja y en ella moraban más de 70 personas dirigidas por un jefe de familia. También existían “Payés” o sacerdotes que se dedicaban a la religión y a la medicina, gracias a sus conocimientos de las plantas del lugar.
Hoy por hoy, ya no viven más en “malokas”, sino que habitan en ranchos de madera y por supuesto viven juntos no más de 15 personas, en varios casos muchos menos. Los caciques o tuvichá tienen muy poca influencia pero quienes aún son muy reconocidos son los Payé, incluso mucha gente criolla de la zona, va en busca de su ayuda para ser curada.
Actualmente, en Misiones, viven 3.000 Mbyá Güaraníes, distribuidos en 40 aldeas dispersas por todo el territorio. Su hábitat natural sigue siendo la selva. Algunos se siguen dedicando a la caza y a la pesca, pero la mayoría se dedica al cultivo, hacen changas en aserraderos y obrajes o trabajan en yerbatales o plantaciones de té para los colonos, sin ninguna protección legal ni laboral. Todavía existen grupos nómades, que además de la caza, la pesca y la recolección para subsistir, hacen artesanías y canastos que luego venden para comprar ropa y comida. Aún mantienen sus costumbres, aunque la influencia de las misiones jesuíticas han dejado rasgos en su cultura. Hablan el Mbyá, el güaraní y el castellano y en zonas fronterizas con Brasil también hablan portugués. Los niños asisten a escuelitas rurales donde les enseñan el castellano y el güaraní. Como viven en la selva, no poseen títulos de propiedad, viven en terrenos fiscales, por eso muchas veces corren el riesgo de ser desalojados.
Justamente, en septiembre del año pasado (2004), se manifestaron en la plaza de Posadas para pedir el reconocimiento de sus derechos, la devolución de sus territorios ancestrales. También reclamaban porque mientras sus niños morían de desnutrición el gobierno de la provincia de Misiones recibía a empresas madereras extranjeras y hacían acuerdos para que trabajen en la región.
Por la lucha a favor de este pueblo, para que les devuelvan entre 7.000 y 9.000 héctareas, el biólogo Raúl Montenegro, recibió el premio Nobel Alternativo por la defensa de los Derechos Humanos. Eso no es todo, además, se ha hecho una película, mostrando la vida y la actual subsistencia de esta población en la lucha por la conservación de su identidad “en el mundo blanco”. Esa película fue una coproducción entre el Reino Unido y la Argentina y participó del séptimo festival de cine independiente.
Pero volviendo al principio, ¿no es hora de que se reconozcan todos los derechos de este pueblo?, un pueblo que ha habitado en suelo argentino hace más de mil años, cuando todavía no existían las fronteras, cuando todavía no habían llegado los españoles. Con toda la historia que este pueblo tiene, con todas las costumbres que hemos enumerado, este pueblo, es un ejemplo, tiene mucha riqueza y merece ser tratado como corresponde. Es muy raro, hace mucho llegaron en busca de "La Tierra sin Mal" donde no había enfermedades ni muerte, y ahora sufren del hambre, la pobreza y mueren a causa de la desnutrición...

Pablo Piris.