martes, mayo 24, 2005

NUESTRO GRAN AMIGO MATE


Algo que nunca falta en una reunión de familia o de amigos o de lo que sea, merece una nota, un homenaje. Porque a pesar de no ser un ser viviente, el mate ha hecho un gran aporte a nuestras vidas y siempre está presente en nuestras charlas, si el mate hablara... Por eso este informe va dedicado a todos los “materos” y en definitiva a todos los argentinos.
Los indios güaraníes fueron quienes descubrieron la yerba mate, mucho antes de la conquista de América. Ellos tomaban el mate como nosotros, pero lo hacían con agua fría y mezclaban la yerba con otras hierbas aromáticas, vale aclarar que en la actualidad en Paraguay, en el Sur de Brasil y en el noreste de Argentina, esto se sigue tomando y se lo denomina “tereré”, aunque en algunas zonas en vez de hacerlo con agua fría se puede preparar con jugos frutales.
Los españoles en su conquista lo probaron y quedaron encantados por su sabor, así se fue extendiendo por todo el territorio. Hoy es tradicional en Argentina, en Paraguay y en Uruguay beber mate, tanto en el campo como en la ciudad.
Lo que muchos no saben es que el mate funciona como estimulante del sistema nervioso. Además, ayuda a la digestión, a la actividad cerebral, muscular y pulmonar. También es capaz de intervenir aumentando los latidos cardíacos, disminuyendo de esta forma la presión arterial. Produce una sensación de bienestar, vigor, lucidez intelectual y optimiza la absorción nutricional del organismo regulando en general todas sus funciones de asimilación, gracias a las propiedades del “alcaloide mateína”. Cabe destacar que la creencia de que el mate produce acidez es falsa, y con el mate podemos cubrir las necesidades mínimas que necesita el organismo de Vitamina C.
Alguien dijo alguna vez que “el mate pasa de boca en boca y de corazón a corazón”. Frase muy cierta que sintetiza la importancia de esta bebida en nuestra vida. Por eso es importante preparar un buen mate porque “cebar mate es un arte”.
Aquí van algunas sugerencias para cebar un buen mate:
Primero debemos colocar la yerba en el recipiente llamado “mate o porongo”, haciendo que cubra ¾ del mismo. Luego, tapamos la boca, lo damos vuelta y lo sacudimos un poco, para sacar el polvillo. Después, inclinamos un poco el mate, de modo que de un lado quede más yerba que del otro. Del lado que hay menos yerba, humedecemos con agua hasta que se hinche la yerba de abajo, sin que se moje la yerba que queda en la superficie. Allí debemos “ensillar”: es decir clavamos la bombilla hasta el fondo, siempre del lado que hay menos yerba. Entonces ya podemos empezar a cebar el mate, echando el agua caliente en el hueco que forma la bombilla, para que la yerba se humedezca de abajo para arriba. Algo importante para evitar que se “lave”, es no mover la bombilla en toda la ronda.
Otro proceso importante, es la “curación del mate”, que se hace para sacar y evitar el mal olor que pueda tener el mate o porongo y para prepararlo para su futuro uso. Esta la forma más común de “curar el mate”: lo lavamos una y otra vez con agua caliente, acto seguido lo llenamos con yerba usada y lo dejamos descansar un día, para repetir el proceso: retiramos la yerba, pero sin enjuagar, colocamos nuevamente la yerba usada. Lo dejamos reposar un día más, de esta manera el mate queda curado.
Además de todos estos procesos lo más importante es que el mate sea preparado con amor, que es lo principal, para seguir disfrutando de la bebida tan rica, que siempre está en los momentos de intimidad, que es un signo de compartir y que por todo lo que significa tiene un valor incalculable en nuestra vida.

Pablo Piris

2 comentarios:

Pablito dijo...
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Anónimo dijo...

Muy bueno el blogg Pablito. Especialmente el informe del mate. es excepcional.
Todos deberìan preocuparse por nuestras raìces como lo haces vos. segui asì.